COMERCIALIZADORAS

En primer lugar, conviene diferenciar entre distribuidores y comercializadores de gas. A nivel español, a cada zona le corresponde un único distribuidor. A Debagoiena le corresponde en concreto la distribuidora Nortegas.

En cuanto a la comercializadora, normalmente los ciudadanos podemos elegir libremente, siempre y cuando el gas natural llegue a nuestro lugar de residencia:

• En los pueblos donde no hay gas natural suele haber un depósito de propano. En estos casos el ciudadano no pueden negociar el precio del gas.
• En los casos de presencia de gas natural, podremos elegir entre comercializadores libres y regulados:
  • DE MERCADO LIBRE: Ofrecen una amplia oferta de tarifas para poder elegir la que más nos interese. Incluyen descuentos y servicios de mantenimiento significativos, pero también cláusulas de permanencia. En estos casos es necesario realizar un análisis exhaustivo de la oferta.
  • MERCADO REGULADO: Las comercializadoras de último recurso son las empresas que administran las tarifas del mercado regulado. Esto significa que la única tarifa que pueden ofrecer estas comercializadoras la fija el gobierno, ofreciendo la Tarifa de Último Recurso de Gas Natural (TUR), sin descuentos. Se actualizan cada tres meses. A nivel de España, son cuatro las compañías que ofrecen esta tarifa:

La comercializadora, la regulada como la libre, sitúa a cada consumidor en un grupo tarifario en función de la cantidad de energía consumida en el periodo anterior (del 1 de octubre al 30 de septiembre):

Cuanto más bajo es el grupo de tarificación los precios son más baratos, por lo que conviene ajustar al máximo el consumo en la medida de lo posible. Las viviendas y negocios con calderas individualea se encuadran en los grupos de tarificación RL.1 y RL.2. En el caso de los que tienen caldera comunitaria, estos se ubican normalmente en RL.3. Ajustar el consumo en comunidades suele ser más difícil, no obstante, en negocios y viviendas puede ser planteable, sobre todo en aquellos que superen por poco los 5.000 kWh de consumo al año. Para ayudarnos en esto podemos consultar el apartado CONSEJOS PARA MEJORAR LA FACTURA, al final de la página.

En la factura del gas se pagan diferentes apartados.

Por un lado, nos cobran el término fijo, que se paga según el grupo tarifario en el que nos sitúa el consumo del año anterior, además de la cantidad de energía consumida y el alquiler del contador.

Además, también nos cobran el impuesto de hidrocarburos en función de la energía consumida durante el periodo de facturación. Los kWh se pasan a Gigajulios (Gj) ya que la tasa que nos cobran lo hacen en esa unidad, en concreto, a 0,65 €/ Gj.

Por último, se nos aplicará el IVA (21%) a la suma de todo lo anterior.

Además, si el contrato es de mercado libre, podemos pagar otros muchos suplementos que, en realidad, no son obligatorios.

1. Término de energía:
   • Disponibilidad: se paga en función del grupo tarifario en el que nos sitúe el consumo del año anterior
   • Cantidad de energía consumida
   • Alquiler de contador (0,0197 €/día)
2. Servicios: En tarifas de mercado libre otros servicios o seguros no obligatorios (Atención! Muchas veces ni siquiera sabemos que tenemos contratado este servicio ¡y lo estamos pagando inútilmente!)
3. Tasas:
   • Impuesto sobre los hidrocarburos (0,65 €/Gj)
   • IVA (21%): A la suma de todo lo anterior se le aplilca el IVA.

Lo habitual es que la factura del gas se pague cada dos meses. No obstante, estará sujeto a las condiciones establecidas por la compañía de gas. Ocasionalmente los períodos pueden ser más largos por distintos motivos. Es importante conocer el intervalo de duración, ya que cuanto más largo sea el periodo más consumo pagaremos.

• Código Universal del Punto de Suministro (CPU/CUPS): es el número de identificación de la instalación y será siempre el mismo aunque se cambie de contrato o comercializador. Empieza por letras ES, después de 16 números y termina por 2 letras. Suele utilizarse para contactar con el proveedor en caso de cualquier problema, así como para pasar a otra tarifa.
• Datos de facturación: periodo de facturación, fecha de cobro de la factura, datos del contrato y datos del titular
• Datos de suministro:
  • consumos del periodo de facturación en metros cúbicos, como la resta de las lecturas actual y anterior
  • Proceso de conversión de metro cúbico a kWh
• Gráfica de la evolución de nuestro consumo en los últimos 14 meses (esto nos da la oportunidad de comparar el consumo de la última factura con el año anterior).

GASTO DE LA DISPONIBILIDAD

Es un gasto que se paga aunque no se utilice la electricidad, sólo por la posibilidad de acceder a ella. El grupo tarifario en el que nos encontramos depende del consumo realizado el año anterior

El gasto de potencia se puede calcular mediante la siguiente fórmula:
Potencia = número de días de plazo de facturación * precio diario de disponibilidada
Ejemplo = 60 días * 0.2416 €/ día = 14.50 €

CÁLCULO DEL GASTO DE ENÉRGIA CONSUMIDA

En este caso, aunque el gas consumido durante el periodo de facturación viene en metros cúbicos, ellos transforman este dato a kWh porque cobran el consumo en función de la energía calorífica que supone el volumen de gas utilizado.

Cada kWh al tener un precio fijo, lo único que tenemos que hacer es multiplicar ese precio por la cantidad de kWh que hemos consumido para conseguir el gasto de energía consumida.

Gasto energía consumida = Cantidad de kWh consumida * precio (€/ kWh)

Ejemplo: 1475 kWh * 0,084 €/kWh = 123,90 €

¿Y por qué 5.000 kWh? El distribuidor nos asigna la tarifa en función del consumo que hemos tenido al año, en función del cual pagaremos un término u otro. En el mercado libre cada compañía fija los precios, pero en el regulado estos precios son públicos y se actualizan trimestralmente. Los precios correspondientes a cada grupo tarifario es el siguiente:

Si observamos con atención los datos de la tabla, nos damos cuenta de que, a medida que aumenta en el grupo de tarificación, aumenta el término de la disponibilidad, pero baja el del consumo, Pero si miramos mejor, nos damos cuenta de que, aunque el término de la disponibilidad sube bastante de un salto a otro, el descenso del consumo no llega ni a un céntimo.

Normalmente, con agua caliente, cocina de gas y calefacción a la vez, se superan los 5.000 kWh al año, pero si andamos cerca, significa que adaptando los hábitos de consumo, podemos llegar, de cara al próximo año, a pagar menos por el término de disponibilidad.