¿QUÉ TIPO DE CONTRATO TENGO?

Diferencia entre distribuidor y comercializador. En el caso del gas, las compañías distribuidoras se clasifican por zonas geográficas, en el caso de Oñati, al estar situada en el norte del estado español es Nortegas. El comercializador, por su parte, es optativo y puede ser de mercado libre o regulado.

Si es de mercado libre, ofrecen una amplia oferta de Tarifa para poder elegir la que más nos interesa. Suelen tener importantes servicios de descuento y mantenimiento, pero también cláusulas de permanencia. Por eso, es necesario analizar bien la oferta.

En el mercado regulado, las comercializadoras de último recurso son empresas que administran las tarifas del mercado regulado. No son más que intermediarios entre el distribuidor y nosotros, ya que los precios los fija el gobierno. Ofrecen la Tarifa de Último Recurso de Gas Natural (TUR) sin descuentos. En España hay cuatro:

Se trata de una tarifa creada y regulada por el Estado (TUR), alternativa a la del mercado libre, lo cual impide tener tarifas desproporcionadas. Todas las comercializadoras de último recurso ofrecen esta tarifa. Se actualizan cada 3 meses en función de los resultados de las subastas de gas y existen dos modalidades:

• Tarifa TUR 3.1: Destinada a hogares con consumos anuales inferiores a 5.000 kWh. Es el consumo habitual en hogares con calefacción y/o cocina de gas natural.
• Tarifa TUR 3.2: Está destinada a los hogares con un consumo anual de entre 5.000 y 50.000 kWh. Si superan los 50.000 kWh, no podrán pagar esta tarifa (TUR).
• Tarifa TUR 3.3: Consumos de entre 15.000 kWh y 50.000.

Facturación de consumos

• Consumo energético medido en kWh durante el periodo de facturación. El coste se conocerá multiplicando la cantidad de energía consumida por el precio de dicha energía. Será variable según la compañía y la tarifa.

Término fijo:

• Es una cantidad fija que se paga por tener gas en casa, aunque no haya habido consumo. El precio depende de la tarifa de acceso contratada. Esta tarifa se obtiene multiplicada por el número de días del periodo de facturación.

Tasas:

• El impuesto sobre hidrocarburos es un impuesto de obligado cumplimiento para todos. Actualmente es de 0,00234 euros por kWh consumido. Por su parte, el IVA del gas es del 21%

Alquiler de equipos

• Por tener equipos de medición y control, si los hubiera, claro, se paga, aunque no sean propiedad del consumidor.

Si tienes un contrato de mercado libre, es posible que introduzcas al final de la factura el coste de servicios adicionales que no necesites. Fíjate, y examínalo bien. Aunque hubiera descuentos en la tarifa que has contratado, debería figurar en este último apartado.

Lo habitual es que la factura del gas se pague cada dos meses. No obstante, estará sujeto a las condiciones establecidas por la compañía de gas.

• Potencia térmica fija
• Energia termikoa
• Impuestos sobre hidrocarburos
• Alquiler de contador
• IVA

Tanto en el caso del gas como de la electricidad, el número de identificación a utilizar en el momento de contactar con el comercializador y resolver dudas es el CUPS. Comienza con las letras ES, sigue con 16 números y termina con 2 letras. Se suele utilizar para contactar con el proveedor ante cualquier problema.

Lo que se paga depende de la energía consumida durante el periodo de facturación. Indica la diferencia de consumo entre las dos últimas lecturas disponibles.

El consumo de gas se mide en metros cúbicos, pero para igualarlo con el consumo de electricidad, se indica la equivalencia kilovatio hora (kWh). Los kWh se calculan multiplicando los metros cúbicos consumidos por una cifra denominada coeficiente de conversión.

¿Y por qué 5.000 kWh? Pues porque a partir de esa cantidad se reparte la tarifa. El distribuidor te asigna la tarifa en función de tu consumo anual:

• Tarifa 3.1: si no alcanzas los 5.000 kWh anuales.
• Tarifa 3.2: si superas los 5.000 kWh anuales.

En el caso de la tarifa 3.2, el término fijo, es decir, el que se paga al distribuidor de gas, es mayor, aunque el término variable, el de consumo, es un poco más barato. Normalmente, con agua caliente, cocina de gas y calefacción, se superan los 5.000 kWh al año, pero si andas cerca, eso significa que adaptando los hábitos de consumo, puedes llegar a pagar menos por el término fijo. Así conseguirías ahorrar el próximo año.